Ulises, destrozado, trabaja arduamente para encontrar al culpable de la muerte de Astrid. Pasaron los días y no logro obtener avances en la investigación, hasta que le llego una carta de un empleado de la nobleza.

 

    Ulises decide aceptar e ir al encuentro donde se enteraría de lo que realmente paso ese miserable día. Ya estando en el callejón, el empleado le confiesa que el día de la boda antes de que comenzara el banquete, vio a Alexander verter un liquido extraño en el vaso de la princesa. Ulises no lo podía creer, su propio amigo le arruino la vida. Ese mismo amigo con el cual compartió momentos inolvidables le arrebato a la mujer que amaba.

    Consumido por la rabia y la desesperación, Ulises va en busca de Alexander que se encontraba en el rió Sena limpiando su ropa. Una vez allí, Ulises y Alexander cruzan miradas, solo basto con eso para que ese miserable asesino se diera cuenta lo que pasaba.

    Ulises saca su espada y dice:

-Alexander, pensé que eras mi amigo pero resultaste ser la peor escoria que conocí jamas.

-Lo siento, Ulises pero tenia que hacerle sentir a ese maldito rey lo que se siente que te arrebaten todo.

-Pensé que tus sentimientos de venganza habían desaparecido hace tiempo pero me equivoque, y ahora pagarás por lo que hiciste.

     Alexander, que ya no tenia otra opción, se defendió como pudo; desenfundo su espada e intento hacerle frente al que en algún momento fue su único amigo. 

    Pero como era lógico, el sucumbió a manos del mejor guerrero de todos los tiempos. Pero no todo termino para Ulises, el reino no  solo lo acuso  del asesinato de Alexander sino también el de Astrid. Ya que era bastante llamativo que murieran dos de sus seres más queridos en un corto lapso de tiempo. Ulises que sabia que el rey no creería en sus palabras decidió tomar la única salida, huir del reino y vivir como un prófugo de la justicia. Y así fue como Ulises vivió el resto de su vida vagando entre bosques y montañas recordando su antigua vida, una vida en la que el era feliz y querido por la gente del reino, una vida que ahora quedara en sus recuerdos como borrosos fragmentos de una historia fantástica.